Una primera definición de Design Thinking podría ser: un método para hallar soluciones en equipo, creativas, innovadoras y a la medida de nuestros clientes. Y nada puede ser más útil en estos tiempos en que las empresas buscan desesperadamente crear productos y servicios originales y hasta personalizados. Por tanto la fidelización del cliente y la ampliación de la oferta de las organizaciones son algunos de los ámbitos donde tiene más aplicabilidad esta modalidad de trabajo.
Dedicaremos este post a realizar un repaso de los fundamentos del Design Thinking y a proporcionarte una guía breve para implementarlo en tu actividad.
El Design Thinking en contexto
En concreto los orígenes del pensamiento de diseño o Design Thinking pueden rastrearse hasta 1919. Ese año el arquitecto Walter Gropius funda en Alemania Bauhaus, una escuela de arquitectura, arte y diseño disruptiva para la época. Fue en este centro educativo donde surgió el perfil de diseñador de producto y tomaron forma varias de las dinámicas actuales de esta metodología.
Sin embargo, acosado por el nazismo Gropius emigró a los Estados Unidos, donde su idea de un diseño participativo enfocado en el usuario se extendió. La Universidad de Stanford fue la principal institución que se hizo eco de esta influencia y de donde emergió la figura del profesor David Kelly. Este docente fundó en 1991 IDEO una empresa de diseño pionera en seguir todos los pasos de esta metodología en sus proyectos. Pero no fue hasta 2008 cuando Tim Brown, CEO de IDEO, definiera con precisión el Design Thinking en un célebre artículo para la Harvard Business Review.
¿Cómo se aplica el Design Thinking?
Ciertamente el pensamiento de diseño o Design Thinking se desarrolló en el ámbito del diseño, pero es adaptable al entorno empresarial para abordar nuevos proyectos. Incluso es empleada en la definición de soluciones creativas a problemas complejos.
Entonces para aplicar este sistema de trabajo en tu emprendimiento debes comenzar por crear equipos multidisciplinares de colaboradores que planteen ideas novedosas desde sus propias perspectivas. Luego es prioritario obtener toda la información sobre el proyecto a desarrollar o el problema a resolver. De allí en adelante es importante seguir los cinco pasos que expondremos a continuación. Es importante indicar que el Design Thinking sigue un esquema iterativo similar al propuesto por las metodologías ágiles. Es probable que al final del ciclo, tú y tu equipo deban volver a iniciarlo de acuerdo a los primeros resultados.
Las fases del Design Thinking
Empatizar
Como lo indica el término, este paso primordial consiste en descubrir y comprender las necesidades del cliente de forma amplia, abordándolas en todo su contexto. Para ello es preciso tratar de situarse en el lugar del usuario, saber lo que siente, lo que opina y cómo resuelve su problema. ¡Ver desde su perspectiva! Sin duda se trata de una condición básica para generar ideas que lleven a una solución efectiva ajustada a la realidad del buyer persona.
El mapa de empatía es un sistema útil para estimar el pensamiento y las emociones del consumidor con respecto al “pain” (el problema) que tratamos de resolver. En resumen éste consiste en perfilar:
- Pensamientos y emociones: ¿Qué es lo que le interesa? ¿Qué le preocupa? ¿Cuáles son sus expectativas?
- Lo que escucha: ¿Qué le dicen sus amistades, familiares, compañeros de trabajo, etc.?
- Lo que ve: ¿Qué soluciones observa en el mercado? ¿Cómo soluciona un problema similar algún familiar, amigo, etc.?
- Comunicación/Acción: ¿Qué hace actualmente para solucionar el problema? ¿Con quién y cómo se comunica para manifestar lo que quiere o necesita?
Como conclusión de esta indagación debemos resumir las condiciones y sentimientos del cliente al tratar de resolver su problema:
- Esfuerzos: Temores, frustraciones y barreras.
- Resultados: Necesidades/aspiraciones, nivel de éxito y barreras.
Definir el problema
Seguidamente, toda la información obtenida en la etapa de empatía debe ser filtrada en la fase de definición. Este ejercicio nos permitirá extraer los datos más relevantes que nos servirán para proponer ideas que encajen con el asunto a resolver. En definitiva el propósito es tener en cuenta aquella información esencial para conocer el problema en su verdadera dimensión.
Las etapas prácticas del pensamiento de diseño
Tormenta de ideas
Ya identificado el problema es el momento de proponer soluciones. En este momento los integrantes del equipo multidisciplinar deben compartir las ideas que se le ocurran, desde sus puntos de vista. El recurso del brainstorming session es perfecto para intercambiar planteamientos. En este sentido no pueden existir límites: es preciso poner sobre la mesa o la pizarra todas las sugerencias posibles, sin importar lo insólitas que parezcan. Obviamente de eso se trata la creatividad.
Por lo tanto en esta fase ayuda mucho recurrir al pensamiento lateral y no tanto al pensamiento lógico, si queremos aportar ideas innovadoras. En sí los miembros del grupo deben “abrir la mente” y deshacerse de prejuicios. También deben hacerse las preguntas adecuadas para obtener las respuestas precisas. De este modo pueden surgir propuestas originales y visionarias que marquen la diferencia.
Elaborar un prototipo
Todas las ideas aportadas en la etapa anterior deben desembocar en una propuesta de solución que pueda ser llevada a la realidad. Es decir que podamos convertir en un prototipo capaz de ser puesto a prueba.
Así como se plantea en la metodología Lean Startup, el intercambio de propuestas debe traducirse en el diseño y construcción de un producto mínimo viable. Evidentemente este paso es aplicable a la estructuración de servicios y a la resolución de problemas o proyectos.
Como su nombre lo indica este prototipo o PMV no es una respuesta definitiva a la necesidad del cliente. Por lo tanto es necesaria una siguiente etapa en el proceso.
Testear: la etapa de medir y corregir
Precisamente se trata de lanzar el prototipo al mercado para que nuestros usuarios lo prueben y nos den su feedback. En efecto ésta también es una información valiosa que nos ayudará a identificar carencias o defectos que no hayamos advertido.
Como dijimos el Design Thinking es un ciclo iterativo que debe continuarse hasta lograr un producto definitivo. Siendo así el testeo nos servirá para medir el grado de satisfacción del cliente y detectar los aspectos a corregir. Esto nos llevará a reiniciar el proceso para lograr un producto mejorado o un nuevo producto.
Finalmente en @Solutions nos agrada compartir el conocimiento sobre metodologías de trabajo que agilicen el logro de soluciones y potencien la productividad de tu negocio. Nosotros las empleamos en el desarrollo de las tareas diarias, para ofrecer servicios y herramientas digitales escalables y ajustadas a las necesidades de nuestros clientes.