La simplificación del trabajo en los departamentos TI cada vez está más ligada a los sistemas de hiperconvergencia. Gracias a ellos, se logra que, desde un mismo centro de datos, se gestionen varios aspectos importantes de la infraestructura. Pero ¿qué es exactamente la hiperconvergencia? ¿Cómo funciona, qué ventajas tiene y, por tanto, qué puede aportarle a tu empresa? A continuación, despejamos todas estas incógnitas.
¿Qué es la hiperconvergencia?
La hiperconvergencia, también conocida como HCI, es la agrupación de los diversos servicios del departamento TI en un solo centro de datos. Cuando hablamos de la hiperconvergencia, nos encontramos con una terminología relativamente nueva, que surge de las necesidades crecientes de las empresas de optimizar sus infraestructuras.
Con la hiperconvergencia se une en una sola capa los recursos informáticos, el almacenamiento y la red. Estos tres ámbitos funcionan al unísono desde un mismo hardware gracias a la virtualización mediante software. En este punto, es donde encontramos la principal diferencia entre la hiperconvergencia y la convergencia.
En vista de esto, podemos afirmar que una infraestructura HCI está definida por software, o lo que es lo mismo, es completamente virtual. Así, toda la gestión que hace el departamento TI de una gran empresa puede realizarse mediante una sola aplicación, ahorrando tiempo y reduciendo los conocimientos necesarios. Además, dejan en segundo plano el hardware, ya que todos los servicios que se ofrecen están emulados y son virtuales. La realidad es que las infraestructuras de hiperconvergencia siguen el modelo que ya ofrecen servicios muy populares, basando su funcionamiento en la nube.
¿Qué ventajas tiene?
La virtualización del almacenamiento, de la informática y de las redes aporta grandes beneficios a los departamentos TI y a las empresas. Seguidamente, enumeramos algunas de las ventajas que aporta la HCI:
- Gracias a la emulación mediante software de los principales componentes de la infraestructura, es posible realizar una administración centralizada desde un mismo aplicativo. Esto ayuda a dar mejor respuesta a las incidencias y añadir nuevas aplicaciones, adaptándose a las necesidades de forma más ágil. Por otra parte, se evitan muchos problemas de compatibilidad entre los diferentes componentes de la capa.
- El uso de la hiperconvergencia propicia que se logren reducir los esfuerzos a la hora de optimizar los equipos. Esto es especialmente importante para aquellas empresas que cuentan con sedes físicas en diferentes ubicaciones y que deben invertir mucho en mejorar el rendimiento de sus centros de datos.
- Un sistema HCI tiene mayor escalabilidad. Cuando se unifican todos los servicios en una sola capa, es mucho más sencillo adaptarse a las nuevas necesidades de la compañía o ampliar sus capacidades. Asimismo, permite automatizar tareas de forma más eficiente y facilita enormemente la integración de los procesos que se llevan a cabo entre los diferentes departamentos de una empresa.
- La reducción del coste es uno de los beneficios clave de los sistemas HCI. A cualquier empresa le interesa trabajar mejor dedicando menos recursos. La hiperconvergencia permite esto, pues reduce la inversión, los conocimientos requeridos en los empleados del departamento de TI y la mano de obra necesaria.
- La seguridad también es otro punto fuerte de este tipo de infraestructuras. Habitualmente, los sistemas HCI sufren menos caídas. Además, disponen de las herramientas de copia de seguridad y restablecimiento del sistema de forma integrada.
Después de repasar las ventajas, queda muy claro que el uso de sistemas hiperconvergentes aumenta la eficiencia de las grandes corporaciones y reduce los recursos que deben invertirse en mantener la infraestructura informática.
La hiperconvergencia y el VDI
Hasta aquí ya hemos explicado qué es exactamente la hiperconvergencia y cuáles son sus principales ventajas. No obstante, ahora nos centramos en los beneficios de esta cuando se precisan sistemas VDI. Utilizar una infraestructura HCI para implementar un VDI suele ser la forma más eficiente de hacerlo. ¿Por qué? En el listado anterior ya hemos hablado de los puntos fuertes de la hiperconvergencia, como la mayor escalabilidad y la simplificación de la administración de todo el sistema. Gracias a ellos, es mucho más sencillo, eficiente y barato implementar el VDI.
VDI son las siglas de Virtual Desktop Infraestructure, en español infraestructura de escritorios virtuales. Los VDI permiten virtualizar, gracias al uso de máquinas virtuales, entornos de escritorio completamente funcionales, centralizados en un solo servidor.
Los beneficios de los VDI
Disponer de VDI es beneficioso por diversos motivos. Por ejemplo, mejora la movilidad de los empleados, pues les permite acceder a recursos de la empresa en cualquier momento, sin importar el dispositivo ni la ubicación. Esto hace disponibles tanto los archivos como las aplicaciones que cada empleado utiliza en su día a día.
Por otro lado, de nuevo, se reducen los costes. Los escritorios virtuales no precisan de grandes especificaciones en el dispositivo que se emplea para acceder a los recursos. Esto es debido a que toda la carga de trabajo, de procesamiento y de almacenamiento, se lleva a cabo en el servidor. Las empresas no necesitan renovar los equipos con tanta frecuencia y se pueden utilizar dispositivos más baratos, como tabletas o teléfonos móviles.
También es destacable la seguridad. Gracias a que el alojamiento de ficheros se realiza en remoto, no se sufren pérdidas ante el extravío o la sustracción del dispositivo utilizado para acceder al escritorio virtual.
Por último, la gestión del VDI es mucho más simple, puede se puede actualizar, aplicar parches o solucionar errores de una vez. De igual manera, es posible configurar todos los equipos de forma centralizada, lo que ahorra tiempo y esfuerzos.
En resumidas cuentas, la implementación del VDI en una infraestructura hiperconvergente maximiza las ventajas del primero, pues le otorga mayores posibilidades de ampliación y una administración menos compleja. De nuevo, todo eso se termina traduciendo en una mayor eficiencia y una reducción de costes considerable.
La hiperconvergencia ya es una tendencia clara
Después de lo que hemos analizado, es innegable que la hiperconvergencia se ha convertido en una tendencia clara, necesaria en vista de la transformación que están sufriendo muchas empresas. Cada vez se requieren más procesos integrados y automatizados, que sean capaces de evolucionar y ampliarse rápidamente.
Es cierto que la inversión inicial es mayor, pero la reducción de costes que conlleva el uso de la hiperconvergencia compensa. Con ella se logra una gran simplificación de la administración de toda la infraestructura, se consigue mayor rapidez a la hora de subsanar errores o incidencias y se obtiene una seguridad mejorada. Esto ayuda a los departamentos de TI a ser más eficientes y a trabajar con mayor eficacia.
Se espera que, en los próximos años, las infraestructuras HCI ayuden a más y más empresas a mejorar su funcionamiento y la interconexión entre sus diferentes departamentos. También serán un pilar en la implementación de VDI, que cada vez se hace más necesario en vista del aumento del teletrabajo y el uso de dispositivos personales en entornos laborales. Es muy evidente que las infraestructuras hiperconvergentes son el punto de partida para aquellas empresas que quieren pasar al siguiente nivel. Si quieres abordar la transformación digital de tu empresa con garantías, en Arroba Solutions te podemos ayudar. ¡Contacta con nosotros!